El programa ‘Vacaciones en Paz’ ha vuelto a tocar el corazón de la provincia de Huelva este verano. Después de dos meses de convivencia, un centenar de niños y niñas saharauis se han despedido de sus familias de acogida en un emotivo adiós lleno de abrazos, lágrimas y la esperanza de un próximo regreso. Estos menores, provenientes de los campos de refugiados en la región de Tindouf, han vivido un verano lleno de experiencias nuevas, alejados de las duras condiciones climáticas del desierto, donde las temperaturas superan los 55 grados.
La diputada de Servicios Sociales, Drogodependencia y Bienestar Social, Carmen Díaz, estuvo presente en la despedida y no dudó en destacar la labor solidaria y humanitaria de las familias que han acogido a los niños, así como de la Federación Provincial de Huelva de Asociaciones Solidarias con el Sáhara y las diversas asociaciones locales y comarcales. “Los pequeños han disfrutado del verano y de todas las actividades que se desarrollan en nuestros municipios, pero sobre todo han recibido el cariño y el afecto sincero de las personas que los han acogido, un cariño que se llevan con ellos”, subrayó la diputada.
Verano de esperanza y salud
Durante su estancia en Huelva, los menores saharauis no solo han disfrutado de un ambiente acogedor y festivo, sino que también han recibido atención médica esencial. En los consultorios y centros de salud de los municipios donde residían las familias de acogida, se les realizó el ‘control del niño sano’. Estos controles permitieron detectar y atender problemas de salud que, en muchos casos, habrían pasado desapercibidos en sus campamentos de origen. Tres de los 100 niños y niñas acogidos tendrán que quedarse un tiempo adicional en la provincia para completar su tratamiento médico y asegurar su recuperación.
El programa ‘Vacaciones en Paz’, que lleva más de veinte años funcionando gracias al apoyo del Servicio de Cooperación Internacional de la Diputación de Huelva, se ha consolidado como una iniciativa crucial para mejorar la vida de estos menores. Junto con el programa complementario ‘Caravana por la Paz’, que envía toneladas de alimentos, medicamentos y otros recursos a los campamentos de Tindouf, se ha logrado mitigar la precariedad en la que viven estas familias refugiadas.
Un programa con impacto duradero
‘Vacaciones en Paz’ ha permitido que miles de menores saharauis hayan encontrado, durante el verano, un refugio temporal en hogares onubenses, donde han sido tratados con el cariño y la hospitalidad que caracteriza a la provincia. Este programa, financiado en gran parte por un convenio de colaboración con la Diputación de Huelva por un importe de 35.000 euros, es vital para cubrir los gastos generados por la llegada de los niños a la provincia.
Los refugiados saharauis, quienes llevan más de tres décadas subsistiendo en campamentos provisionales en Tindouf a la espera de una solución definitiva al conflicto con Marruecos, encuentran en iniciativas como ‘Vacaciones en Paz’ no solo un respiro, sino también una ventana de esperanza y una muestra de la solidaridad internacional.
La despedida de estos 100 menores saharauis es un recordatorio de la importancia de programas como este, que no solo brindan alivio temporal, sino que también fortalecen los lazos de solidaridad y humanidad entre los pueblos.