En un dramático suceso en la tranquila localidad de Mazagón, Huelva, la Guardia Civil ha detenido a una mujer y está investigando a su pareja sentimental, quien ya se encuentra en prisión por otras causas, como responsables de un audaz atraco a mano armada en un supermercado local. El incidente, que tuvo lugar el pasado 27 de julio, ha sacudido a la comunidad y ha puesto de relieve la audacia de los criminales que, estando de vacaciones, decidieron perpetrar el delito.
Los presuntos autores, residentes en Sevilla, habían llegado a Mazagón para pasar unos días de descanso. Durante su estancia, planearon meticulosamente el atraco, comenzando con un reconocimiento del establecimiento el día anterior al incidente. Según informes de la Guardia Civil, la mujer ingresó al supermercado disimuladamente, escondiendo una pistola bajo su ropa y comunicándose con su pareja, que aguardaba fuera.
El asalto se intensificó al cerrar el local, cuando no quedaban clientes dentro. La señal fue dada y el hombre entró rápidamente, encapuchado y armado con un martillo, agrediendo físicamente a una empleada en el proceso. Los empleados, al verse amenazados, corrieron a refugiarse en una oficina del supermercado.
El intento de los delincuentes de forzar la entrada a la oficina desencadenó un violento enfrentamiento. Los empleados lograron desarmar al hombre, quitándole el martillo y el pasamontañas, revelando su identidad. En un acto de desesperación, la mujer trató de bloquear la puerta para impedir que los empleados salieran, mientras su compañero robaba la recaudación del día, sumando un total de 2.500 euros.
La rápida acción de las fuerzas del orden permitió identificar a los sospechosos gracias a las descripciones proporcionadas por testigos y a reconocimientos fotográficos. La mujer fue detenida y puesta a disposición judicial, donde se le dictó prisión provisional, mientras que su pareja ya se encontraba en prisión por delitos anteriores.
Este incidente no solo resalta la valentía y resistencia de los empleados del supermercado sino también la efectiva respuesta de la Guardia Civil en la resolución del caso. Además, pone de manifiesto la necesidad continua de vigilancia y precaución, incluso en comunidades que parecen estar alejadas del alcance del crimen organizado.