El Servicio de Control de Plagas ha intensificado las acciones contra la proliferación de mosquitos en Huelva capital y otros núcleos urbanos del litoral, tras la detección de una significativa presencia de estos insectos, especialmente en el centro de la ciudad. Este incremento en la actividad de los mosquitos es una directa consecuencia de las copiosas precipitaciones registradas en marzo y la coincidencia con la pleamar máxima mensual ocurrida el 9 de abril, que ha llevado a un notable repunte en la población de estos vectores.
En respuesta a esta situación, desde el inicio de la semana, se han estado aplicando tratamientos adulticidas en las zonas periféricas de los núcleos urbanos a lo largo del litoral y, recientemente, en Huelva capital. La borrasca Nelson, responsable de las lluvias anómalamente abundantes del pasado marzo, ha agravado la situación al acumular 130 litros por metro cuadrado en la última semana del mes, un volumen que representa el 83% del total de precipitaciones registradas en el periodo y casi el triple de lo esperado para un marzo normal.
Las investigaciones realizadas en el laboratorio del Servicio de Control de Plagas de la Diputación han revelado que aproximadamente la mitad de los mosquitos capturados en Huelva proceden de focos urbanos, como husillos, imbornales y solares sin construir que acumulan agua tras las lluvias, así como cámaras de aire afectadas por filtraciones del terreno.
Para enfrentar esta emergencia, se ha elaborado un plan especial de actuación que incluye tanto tratamientos urbanos como periurbanos, empleando diversas técnicas de control. Estas medidas se añaden a las ya implementadas en las marismas mareales, las cuales se han visto particularmente inundadas debido a la pleamar máxima mensual.
Esta estrategia proactiva busca minimizar el impacto de la proliferación de mosquitos en la salud pública y la calidad de vida de los ciudadanos, haciendo frente a los efectos colaterales provocados por el cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos.