La polémica decisión del presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, de devolver 119 millones de euros de los fondos europeos destinados a la educación de la primera infancia, en lugar de utilizarlos para crear plazas públicas en guarderías, ha generado una ola de críticas por parte del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Susana Rivas, parlamentaria andaluza por el PSOE de Huelva y portavoz en la comisión de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, ha catalogado la acción como “muy grave”, acusando al Gobierno andaluz de desatender las necesidades educativas de los más pequeños y de ignorar la demanda de una educación infantil pública, gratuita y de calidad.
Esta controversia surge en un contexto donde el acceso a la educación en los primeros años de vida se considera fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Rivas denuncia la falta de compromiso del Gobierno de Moreno Bonilla con el primer ciclo de Educación Infantil y su promesa electoral de avanzar hacia la gratuidad de las plazas para niños de 0 a 3 años. La situación es especialmente crítica en zonas rurales y comunidades vulnerables, donde la oferta de plazas públicas es insuficiente para cubrir la demanda.
El PSOE, de acuerdo con Susana Rivas, propone una serie de medidas para mejorar la situación actual, entre ellas, trabajar junto a los colectivos de Escuelas Infantiles para preservar y mejorar el modelo educativo andaluz, actualizar el precio plaza conforme al IPC, convertir la mesa de infantil en negociadora, y sobre todo, reforzar la etapa de 0 a 3 años mediante una red de centros públicos. Estas acciones buscan garantizar un acceso universal y gratuito a la educación infantil, promoviendo la igualdad de condiciones para todas las familias andaluzas y asegurando condiciones laborales dignas para los profesionales del sector.
Esta polémica ha puesto de relieve la tensión entre las políticas educativas del Gobierno de Andalucía y las expectativas de las familias y profesionales de la educación, quienes demandan una mayor inversión y compromiso con la educación de la primera infancia. La situación se complica aún más con la decisión de desviar fondos destinados a la educación infantil hacia proyectos como la remodelación del Estadio de la Cartuja, lo que ha sido percibido como una falta de priorización de las necesidades educativas y sociales de la comunidad.