Situada en lo alto de una colina, en los cabezos de El Conquero en el centro de la capital. Es la sede de la patrona de la ciudad. Está estrechamente ligada al descubrimiento, ya que antiguamente cada vez que los conquistadores llegaban de uno de sus viajes a América, iban en peregrinación a la Ermita o Santuario, para agradecer a la virgen su suerte. Es del siglo XV, de estilo gótico-mudéjar. Destacan: el ábside y la bóveda apuntada de estilo barroco, el coro del s. XVIII, los azulejos representando escenas marianas y realizados por Daniel Zuloaga.